La ola de mal tiempo que afecta a Italia, la lluvia intensa y el siroco del sur han inundado a Venecia. La Serenísima pasó unas horas detenida, chapoteando y achicando agua. El nivel del agua subió hasta los 1,56 metros, anegó la plaza de San Marcos, tiendas y muchas calles peatonales, y fueron suspendidos los taxis acuáticos y el servicio público del vaporetto (el popular autobús acuático municipal), que de todos modos estaba ayer de huelga.
Fue el acqua alta más alta de los últimos 22 años (el último récord eran los 158 centímetros de 1986), y desde primera hora de la mañana las sirenas sonaron en la ciudad para advertir del peligro.
El alcalde de Venecia pidió a la población y a los turistas que no se movieran salvo que fuera indispensable. Los ecologistas replicaron que el calentamiento global ha intensificado el problema en los últimos años.
Venecia soporta habitualmente una altura de un metro de agua sin mayores agobios. Pero cuando el agua sube por encima del metro y sesenta, la ciudad entera se inunda.
El récord histórico de acqua alta ocurrió el 4 de noviembre de 1966: las aguas de la laguna subieron hasta los 194 centímetros y dejaron una estela de muerte y destrucción. Ayer, sobre las seis de la tarde, la marea baja devolvió a Venecia la normalidad.
La ciudad de los canales recibe cada año 12 millones de turistas. Desde 1900 se ha hundido 23 centímetros en la laguna sobre la que se asienta.
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